Educación a la ciudadanía global, clave para progresar hacía objetivos globales
El lunes 24 de septiembre, el Comité de Enlace ONG-UNESCO, organizó el webinar “La voz de las ONG: ciudadanía global para estimular la inclusión y la diversidad”. Entre los ponentes, estaban también Fidelia y Audrey, representantes de Teens4Unity, miembro afiliado de New Humanity.
El lunes 14 de septiembre, Teens4Umanity, miembro afiliado de New Humanity, participó con un testimonio al webinar “La voz de las ONG: la ciudadanía global para estimular la inclusión y la diversidad” organizado por el ONG-UNESCO Liaison Committee (Comité de enlace ONG-UNESCO).
Cecilia Barbieri, directora de la “Sección de Educación a la Ciudadanía Global y a la Paz” de la UNESCO, abrió el webinar, subrayando el papel fundamental desempeñado por las organizaciones de la sociedad civil en la educación y en la consecución, para el 2030, del cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible para una “Educación de calidad”. Objetivo que tiene como fin “garantizar una instrucción de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje continuo para todos”. Según Barbieri, la educación a la ciudadanía global se ha vuelto cada vez más relevante y necesaria durante esta pandemia.
Durante el webinar, Fidelia, responsable de Teens4unity en Kenia, compartió el modelo de los campamentos “Hombre Mundo”, que tienen como objetivo educar a las nuevas generaciones a la ciudadanía global. La fórmula es sencilla: un campamento de trabajo internacional de dos semanas a la que participan adolescentes de diferentes culturas. Durante la primera semana, los muchachos son desafiados a superar prejuicios y nacionalismos, y emprender juntos un viaje para descubrir los dones de su propia cultura y los de las demás. La segunda semana, en cambio, se centra en el aprendizaje a través de la acción: los adolescentes visitan y contribuyen en proyectos consolidados en las comunidades locales, donde aprenden a ponerse al servicio y a responder a las necesidades de las comunidades.
Luego, Audrey, un adolescente de Kenia que participó en uno de los campamentos, pudo compartir las experiencias de transformación vividas por algunos de sus coetáneos. Por ejemplo, el campamento Hombre Mundo del 2017, en Patzún, en Guatemala, que reunió muchachos provenientes de siete países de América Central, con una gran diversidad cultural y étnica. “Aquí trabajaron juntos con una comunidad indígena para sembrar árboles – explicó Audrey- así, aprendieron a apreciar que cada cultura tiene mucho que compartir”. También en el 2017, dice Audrey, el campamento que tuvo lugar en Europa del Este ayudó a forjar una amistad entre Ana, una adolescente serbia, y Luka, una adolescente croata. Amistad que les ayudó a superar el dolor y las heridas de la guerra que, en 1995, dividió a sus pueblos y países, cuyas cicatrices todavía hoy hacen fatiga a sanar.
Estas son solo algunas de las muchas experiencias transformadoras compartidas por centenares de jóvenes que han participado en estos campamentos “Hombre Mundo”. Pero ¿Hay algo que aprender de estas experiencias? ¿Pueden ayudarnos a acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Fidelia explicó que la lección clave de las canteras Hombre Mundo es el método “cabeza, corazón, manos”: una educación basada en el conocimiento (la cabeza), amar (el corazón) y actuar (las manos). Así establecen ellos la agenda del programa, trabajando al lado de facilitadores y animadores como pares; y tienen el espacio para reflexionar y compartir en todos los campos. Como muchas iniciativas de educación a la ciudadanía global, el impacto no es inmediato. No se ve inmediatamente en clase o durante el taller. Sin embargo, el efecto es absolutamente claro cuando los estudiantes regresan a sus comunidades y activan el cambio.
Entre las iniciativas presentadas: la de Leonard Cheshire, una ONG británica que sostiene a personas con discapacidad a nivel global; la de International Council of Jewish Women (Consejo internacional de las mujeres hebreas) compartió sus experiencias de diálogo interreligioso en Europa y Sudáfrica y la Women’s International League for Peace and Freedom (Liga Internacional de las Mujeres por la Paz y la Libertad) defendió la necesidad de las perspectivas feministas para enriquecer el concepto de ciudadanía global.
Finalmente, Cecilia Barbieri concluyó el webinar haciendo hincapié en la necesaria naturaleza permanente de la educación y la importancia de un aprendizaje continuo para todos, comprendiendo la educación a la ciudadanía global.
Han pasado cinco años desde cuando los líderes mundiales firmaron el compromiso de alcanzar los Global Goals (objetivos globales) antes del 2030. Entre otras cosas, se trataba de un plan para poner fin a la pobreza, combatir las desigualdades y contrarrestar el cambio climático. A 10 años de su conclusión, aún estamos lejos de los objetivos establecidos. Ahora, más que nunca, necesitamos proyectos eficaces y el compromiso de todos para desbloquear el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Conleth Burns